La Rioja Alta Gran Reserva 890 2010 es una obra maestra de la enología riojana, elaborada con un 95% de Tempranillo, 3% de Graciano y 2% de Mazuelo. Procedente de viñedos propios en Briñas, Labastida, Villalba y Fuenmayor, este vino ha sido criado durante seis años en barricas de roble americano, con diez trasiegas manuales, y embotellado sin filtrar en marzo de 2017. La añada 2010 fue calificada como «Excelente», destacando por su frescura y complejidad, ideales para una larga guarda.
Color: Rojo granate medio con reflejos teja y un borde ligeramente yodado, reflejo de su evolución y nobleza.
Nariz: Compleja y elegante, con notas de moras maduras, ciruelas pasas, trufa negra, hoja de tabaco, canela, vainilla, pimienta negra y un sutil toque de chocolate en polvo.
Boca: Su entrada es casi aérea, flotante. Taninos pulidos hasta la seda, con una textura envolvente y un centro de boca profundo pero sin peso. Despliega sabores de fruta compotada, especias exóticas, cuero curtido, cedro y un punto casi medicinal, como de infusión de menta y romero seco. El final es eterno, pero sin épica; se queda por presencia, no por estridencia.
Maridaje: Este vino no se adapta, exige. Nada de prisas ni acompañamientos al azar. Ideal con cabrito al horno, perdiz estofada, chuleta de vaca vieja con pimientos confitados, o incluso una crema de boletus trufada con yema curada. También se disfruta, sin pudor, solo, como un libro viejo con las páginas abiertas.