Arzuaga Crianza 2022 es el equilibrio entre clasicismo castellano y músculo moderno. Procedente de viñedos propios en La Planta, a más de 900 metros de altitud, sobre suelos pobres y pedregosos, este vino ha sido criado durante 16 meses en roble, buscando madurez sin perder frescura.
Color: Rojo cereza profundo con reflejos violáceos. Brillante, con capa firme y menisco limpio. Muestra juventud sin alardes.
Nariz: Golosa y directa. Hay ciruela roja, guinda licorosa, un trazo de tomillo seco, y un fondo de bombón de licor y café tostado. La barrica asoma con perfil dulce, pero integrada. No hay humo, hay textura.
Boca: Entrada cálida, centro amplio. Tanino redondo, con un punto jugoso. El vino se sostiene sobre la fruta madura —no sobremadura—, con notas de chocolate con leche, pimienta rosa y un leve recuerdo de tabaco rubio. Final amable, con cierta tensión en el retro.
Maridaje: Ideal para una mesa bien puesta pero sin formalismos. Chuletillas al sarmiento, empanada de rabo de toro, berenjenas rellenas o incluso una pizza de trufa con setas. No necesita ceremonia, solo apetito.