Este destilado de Pedro Ximénez es una auténtica joya enológica. Elaborado a partir de uvas pasificadas, los alcoholes obtenidos tras la destilación se envejecen en toneles de madera de castaño de 750 litros, previamente envinados con vino Pedro Ximénez. Esta madera, más suave que el roble, permite mantener intactas las notas dulces y frutales del vino original.
El roble, por su parte, aporta complejidad y estructura, logrando así una armonía perfecta entre lo dulce y lo astringente. La selección de las barricas se realiza con extrema precisión mediante catas organolépticas, asegurando una regularidad sobresaliente entre añadas.
Este producto es altamente exclusivo: de cada tonelada de uva fresca apenas se obtienen menos de 10 botellas, lo que lo convierte en un destilado de altísimo nivel y producción limitada, ideal para conocedores.